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lunes, 14 de mayo de 2012

CÉSAR VALLEJO, EL POETA METAFÍSICO

El literato de puerta cerrada no sabe nada de la vida. La política, el amor, el problema económico, el desastre cordial de la esperanza, la refriega directa del hombre con los hombres, el drama menudo e inmediato de las fuerzas y las direcciones contrarias de la realidad, nada de esto sacude personalmente al escritor de puerta cerrada.
César Vallejo
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HOMENAJE


Por Henry Rivas
http://henryrivassucari.blogspot.com/


El 15 de abril de 1938, fallecía, en París, el poeta peruano César Vallejo. En muchos lugares del orbe, se alistan homenajes y conferencias. Especialistas europeos de su obra arriban a nuestra capital para hablarnos de la poesía del vate, su ideología política, los sentidos que se puede colegir de su obra y de su enorme humanidad.


Para enteder la temática ejercida por Vallejo, habría que entender, también, algunos conceptos básicos referidos al orden metafísico en su poesía. Denominamos "Metafísica" a toda construcción sistemática doctrinal, a toda idea, &c., que, partiendo, sin duda, de un fundamento empírico lo transforma en una dirección, preferentemente sustancialista, tal que la unidad abstracta (es decir, «no-dramatizada», como ocurre en el caso de las construcciones mitológicas) así obtenida queda situada en lugares que están más allá de toda posibilidad de retorno racional al mundo de los fenómenos (ejemplos de ideas metafísicas, en este sentido, son: Alma, Dios, Mundo como realidad total, Materia en el sentido del monismo, Espíritu Absoluto, Entendimiento Agente, Nada, &c.). {TCC 1434}(definición adaptada del Diccionario filosófico de Pelayo García Sierra, http://filosofia.org/filomat)

César Vallejo, a diferencia de otros poetas nuestros y extraños, no confiere a su verbo una sola causa, sino muchas, y cada una de ellas ligadas a una filosofía metafísica. Cada libro es un intento y consecución nuevos. El primero, por ejemplo, “Los heraldos negros” trae a la luz la herencia del modernismo, pero apartada del elemento estetizante y purista, aborda también el pensamiento metafísico en la condición del hombre frente al amor, el dolor y la muerte. Los versos de “Los dados eternos” o de “El pan nuestro” resuenan en nuestros sentidos como campanas enloquecidas por la llegada de Cristo. Su Dios, el Dios de Vallejo, muestra todas las caras de su humanidad y ambivalencia: es poderoso y cruel, emblemático y prodigioso, injusto y triste. Al final, será el dolor el que redima la orientación del hombre y lo convoque a ser su propio Dios.



Otro de los tópicos vallejianos es la muerte. Es el poeta que más le canta a este y sus subtemas, al dolor, al hastío, al fracaso; sin embargo, los supera todos en torno a la esperanza, al amor, a la solidaridad y su humanismo:


EL PAN NUESTRO

Para Alejandro Gamboa


SE BEBE EL desayuno... Húmeda tierra
de cementerio huele a sangre amada.
Ciudad de invierno... La mordaz cruzada
de una carreta que arrastrar parece
una emoción de ayuno encadenada!

Se quisiera tocar todas las puertas,
y preguntar por no sé quién; y luego
ver a los pobres, y, llorando quedos,
dar pedacitos de pan fresco a todos.
Y saquear a los ricos sus viñedos
con las dos manos santas
que a un golpe de luz
volaron desclavadas de la Cruz!

Pestaña matinal, no os levantéis!
¡El pan nuestro de cada día dánoslo,
Señor...!

Todos mis huesos son ajenos;
yo talvez los robé!
Yo vine a darme lo que acaso estuvo
asignado para otro;
y pienso que, si no hubiera nacido,
otro pobre tomara este café!
Yo soy un mal ladrón... A dónde iré!

Y en esta hora fría, en que la tierra
trasciende a polvo humano y es tan triste,
quisiera yo tocar todas las puertas,
y suplicar a no sé quién, perdón,
y hacerle pedacitos de pan fresco
aquí, en el horno de mi corazón...!

TRILCE



La aparición de “Trilce” constituirá para América la concretización de un proceso vanguardista que no estaba solo ligado a Europa, sino, también, al espacio americano, más precisamente peruano. Para Vallejo, los vanguardistas que experimentaban en las formas de acuerdo a sus maestros europeos, copiando modelos, arquetipos y abstracciones, no constituían un vanguardismo en sí, sino, por el contrario, un reflejo de la postura estridentista y marcadamente enajenada. Por esta razón, Vallejo constituía en su discurso poético frases hilvanadas de su contexto serrano, temas universales con aderezos localistas:

Trilce I

QUIÉN HACE TANTA bulla y ni deja
Testar las islas que van quedando.

poco más de consideración
en cuanto será tarde, temprano,
y se aquilatará mejor
el guano, la simple calabrina tesórea
que brinda sin querer,
en el insular corazón,
salobre alcatraz, a cada hialóidea
grupada.


España aparta de mí este cáliz


La ideología política en Vallejo lo llevó a participar intelectualmente en la Guerra civil española. Apoyó decididamente al ejército republicano. Sus cantos de solidaridad son considerados, junto a los versos de Neruda de “España en el corazón”, como los más grandes escritos hacia el pueblo español. “España, aparta de mí este cáliz” constituye, sin duda, la perfecta armonía entre la poesía comprometida y el concepto estético. El tema de la solidaridad está presente no como un mero objeto de contenido e ideología, sino, además, como el carácter vital de un humanismo frente al poder totalitario y criminal. Es el amor al hombre, a todos los hombres, cantado desde un libro de poesía el que busque una respuesta y una propuesta a la guerra fraticida de una nación que Vallejo quería tanto como a la suya.

MIRÉ EL CADÁVER...

Miré el cadáver su raudo orden visible
y el desorden lentísimo de su alma;
le vi sobrevivir; hubo en su boca
la edad entrecortada de dos bocas.
Le gritaron su número: pedazos.
Le gritaron su amor: ¡más le valiera!
Le gritaron su bala: ¡también muerta!"


Y su orden digestivo sosteníase
y el desorden de su alma, atrás, en balde.
Le dejaron y oyeron, y es entonces
que el cadáver
casi vivió en secreto, en un instante;
mas le auscultaron mentalmente, ¡y fechas!
lloránrole al oído, ¡y también fechas!

Poemas humanos
La muerte de nuestro vate estuvo bajo la sombra de la miseria y la enfermedad. Su compañera Georgette Philippart y su amigo Raúl Porras Barrenechea publicaron los póstumos “Poemas humanos”. No es un título que Vallejo construyó, pero sí puede mostrar un todo orgánico en los poemas en verso y los compuestos en forma de prosa. Además, se puede analizar casi todas las etapas artísticas de su poesía en poemas tan disímiles como Piedra negra sobre una piedra blanca y Altura y pelos . El mejor homenaje que podemos hacerle los peruanos es disfrutar de sus versosy reflexionar sobre sus ideas .



ALTURA Y PELOS

¿Quién no tiene su vestido azul?
¿Quién no almuerza y no toma el tranvía,
con su cigarrillo contratado y su dolor de bolsillo?
¡Yo que tan sólo he nacido!
¡Yo que tan sólo he nacido!

¿Quién no escribe una carta?
¿Quién no habla de un asunto muy importante,
muriendo de costumbre y llorando de oído?
¡Yo que solamente he nacido!
¡Yo que solamente he nacido!

¿Quién no se llama Carlos o cualquier otra cosa?
¿Quién al gato no dice gato gato?
¡Ay, yo que sólo he nacido solamente!
¡Ay, yo que sólo he nacido solamente!

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